Los diseños curriculares subrayan la necesidad de
pensar como principio activo la resolución de problemas, pero esto está tan
escaso en la práctica como reconocido en la teoría.
Nos
hemos acostumbrado a aprender de una forma memorística y sólo para un corto
plazo, pero para que realmente se de una lógica formal o lleguemos a comprender
lo que el profesor nos presenta en el salón de clases se debe de comenzar por
medio de la práctica, ya que es ahí donde se encuentra el verdadero aprendizaje.
Piaget nos dice para que se dé un razonamiento de
conceptos bien fundamentados, debemos centrarnos en que en cada ser humano se
logre un desarrollo operatorio o funcionamiento cognitivo general
individualmente. Siempre se ha sabido que la transmisión de conocimientos se
centra en lo grupal y que el profesor debe de dar todas las pautas para
resolver o aprender ciertos términos, todo esto debe ser lo contrario, ya que
el profesor debe ser solo un guía, su participación debe ser mínima solo lo
necesario para que el aprendizaje de los niños se logre razonando y llegue a
ser significativo en su vida.
Aplicaremos entonces ejercicios para estimular el
razonamiento de los niños mediante la lógica.